En un mundo donde la tecnología está presente en cada momento de nuestra vida diaria, el Colegio John Andrews Adventist Academy ha dado un paso firme hacia el fortalecimiento del ambiente educativo. Con el fin de promover la concentración, la interacción social sana y el desarrollo académico, el colegio ha implementado un nuevo Reglamento sobre […]
En un mundo donde la tecnología está presente en cada momento de nuestra vida diaria, el Colegio John Andrews Adventist Academy ha dado un paso firme hacia el fortalecimiento del ambiente educativo. Con el fin de promover la concentración, la interacción social sana y el desarrollo académico, el colegio ha implementado un nuevo Reglamento sobre el Uso Responsable de Teléfonos Móviles por los Estudiantes.
¿En qué consiste la medida?
Desde ahora, al inicio de cada jornada escolar, los estudiantes deben entregar sus teléfonos móviles —apagados o en silencio— en cajas especialmente designadas para cada curso. Estas cajas, custodiadas por las monitoras y resguardadas en un espacio seguro bajo llave, permanecen protegidas hasta el fin de la jornada, cuando los teléfonos son devueltos en sala bajo supervisión.
Una medida para cuidar la atención y el bienestar
La medida nace de una necesidad concreta: reducir las distracciones en clases y favorecer un entorno donde el aprendizaje y la convivencia escolar estén al centro. Estudios internacionales han demostrado que el uso constante del teléfono puede afectar negativamente la capacidad de concentración y fomentar el aislamiento social. Al limitar el uso de estos dispositivos durante el horario escolar, el colegio busca estimular un ambiente donde los estudiantes conversen, compartan y aprendan con mayor profundidad.
¿Y si ocurre una emergencia?
Un temor frecuente entre apoderados es la posibilidad de no poder contactar a sus hijos en caso de urgencia. Frente a esto, el colegio ha dispuesto un número de contacto directo con el equipo de Monitoría, disponible para llamadas telefónicas urgentes. De este modo, se mantiene una línea de comunicación abierta, sin exponer a los estudiantes a distracciones innecesarias.
¿Qué pasa si un estudiante usa el teléfono en horario escolar?
El reglamento establece procedimientos claros: si un estudiante es sorprendido utilizando su teléfono durante la jornada, este será confiscado y entregado al equipo correspondiente. Solo el apoderado podrá retirarlo, agendando previamente una cita con la Vicerrectoría Académica o Administrativa. Además, se registrará una anotación disciplinaria en la plataforma institucional.
Formar hábitos para la vida
Más que una sanción, esta medida busca formar en los estudiantes el autocontrol, la responsabilidad y el uso consciente de la tecnología. Es una invitación a reenfocarse en lo que realmente importa en la etapa escolar: aprender, crecer, compartir, y prepararse para los desafíos del futuro.
El equipo directivo reafirma su compromiso con una educación integral que no solo forma en contenidos, sino también en valores. Este reglamento es un paso más en esa dirección.
Para conocer el reglamento haz clic AQUÍ